Carlos Carmona, director Corporación Alta Ley.
Carlos Carmona, director Corporación Alta Ley, repasó los esfuerzos que la industria minera realiza para conseguir en pleno una minería más inteligente y autónoma, así como los desafíos que debe sortear para conseguirlo.
En una excelente presentación, Carlos Carmona revisó la historia, el presente y futuro de la minería. Uno de los conceptos que quedó rondando en la sala, dado el título de su presentación, fue que para alcanzar los distintos objetivos que la industria tiene por delante es necesario hacer muchos cambios de paradigmas.
y lo primero que enfatizó, al entrar de lleno en sus fundamentos, es la identificación de cuatro momentos:
- La industria minera tiene desafíos, prioridades e iniciativas para ser competitiva; destacó también a la cadena de valor y las tendencias tecnológicas.
- La minería inteligente, su evolución tecnológica y el desarrollo de la industria hacia la revolución. 4.0.
- Revisión de los proyectos tecnológicos de los últimos 30 años, las tecnologías estratégicas, su clasificación, los factores clave de éxito, su impacto y la ruta hacia la mina autónoma.
- La automatización y digitalización hacia la mina autónoma, operaciones mineras del futuro y por qué la transformación digital.
Carmona recordó que la minería es un negocio basado en recursos naturales que requiere de un desarrollo sustentable, que también necesita cambios de paradigmas en la forma de hacer minería. Junto con ello, agregó que se deben considerar los impactos que las tecnologías estratégicas están generando en los procesos.
Los desafíos a los que se enfrenta la minería involucran, entre otros, los costos y fundición, productividad, concentrados complejos y uso de agua y energía. También identificó algunas prioridades como, por ejemplo:
– La competitividad de las fundiciones y refinerías.
– Los relaves mineros en los que hay escasez de superficies, así como la necesidad de minimizar el impacto.
– Mejorar la productividad de la Minería OP (optimización).
– La importancia del desarrollo de proveedores intensivos en conocimiento y tecnología. Potenciar la actividad de exploración (proyectos greenfield).
– Habló del desarrollo del capital humano especializado, en el sentido de la forma de aprender y entender la realidad como camino a la minería 4.0.
– Sacar a los trabajadores del riesgo y trabajos repetitivos, lo que denominó como el acceso a una mejor calidad de vida.
– También enfatizó en la importancia del uso eficiente del agua, la energía y nuevas opciones innovadoras.
– Junto con lo anterior, incluyó a las comunidades y al medioambiente.
INICIATIVAS PARA AUMENTAR LA COMPETITIVIDAD
En la ponencia, Carmona se preguntó por las iniciativas para aumentar la competitividad. En ese sentido resaltó que es necesario enfocarse en la capacitación de los trabajadores: centrarse en las personas, ya que estas son el eje de las organizaciones; mejorar la productividad bajo la modalidad de contratos basados en desempeño; realizar alianzas estratégicas con proveedores clave; externalización de tareas versus la internalización y modelos de contratos de servicios; incorporar estrategias de Economía Circular; desarrollar proyectos nuevos en yacimientos más jóvenes, e incluir estrategias de descarbonización.
Desde el punto de vista tecnológico, habló de la necesidad de incorporar maquinaria y sistemas de última generación; hacer gestión de operaciones y mejora de sistemas tecnológicos; enfocarse en la innovación tecnológica, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas y generar los resultados esperados, sean estos sociales y/o financieros; optimización en el mantenimiento; destacó también la capacidad de interoperabilidad para la Transformación Digital.
LO QUE REQUIERE LA INDUSTRIA
Respecto de lo que necesita el sector, más allá de que históricamente se han marcado hitos relevantes en tecnología, Carmona destacó la necesidad de acelerar las velocidades de los procesos; además de obtener una mayor producción, tener flexibilidad, calidad, seguridad, menos costos, confiabilidad y automatización de tareas que no era factible de hacerlo con la antigua tecnología.
En otro punto, resaltó el trabajo y operación remotos, la gestión en tiempo real para controlar y optimizar operaciones unitarias.
Habló de mejorar la calidad de vida y consumir menos energía, de este modo, ser mucho más sustentable, sostenible y en equilibrio con las comunidades, vecinos y medioambiente.
Siguiendo con los requerimientos, indicó que la elección tecnológica es una de las situaciones más decisivas a las que se puede enfrentar una empresa.
SITUACIÓN ACTUAL: TENDENCIAS TECNOLÓGICAS
Puntualizó que en los últimos dos años (incluyendo 2023), la industria asiste a la posibilidad de que sean años revolucionarios, en el sentido de que se transforme el modelo de negocio sobre la base de la plataforma tecnológica de la próxima generación, basado en la evolución hacia la mina “digitalizada e interoperable”, dijo.
La digitalización y automatización en minería, o como denominó el autor, “la mina autónoma” será uno de los grandes desafíos de la industria minera chilena y regional de hoy.
Añadió que la industria minera necesita rentabilizar proyectos subterráneos y a rajos abierto actuales y futuros.
Como condición importante, las tecnologías deben generar valor, “productividad tecnológica en la nueva era digital que estamos viviendo”, mencionó.
Carmona enumeró cronológicamente las áreas que ayudaron a dar forma y que conducen al concepto de mina autónoma y, que según agregó, “no siempre será del todo autónoma”.
A saber: Control y optimización; Asistencia al operador; Teleoperación remota; Control de calidad; Gestión de mantención; Robótica fija; Automatización y robótica móvil; Digitalización, especialmente en este punto destacó que la digitalización es gradual y es un proceso, ya que las compañías mineras tienen estrategias de Transformación Digital: eso significa aprender de BIG DATA, minería de datos, entre otros.
Finalmente, Carmona identificó —lo que considera los factores clave de éxito para la creación de valor al negocio minero— un círculo virtuoso que comienza con la seguridad y el medioambiente, confiabilidad, costos, productividad y calidad.
Luego concluyó con una frase: “Las máquinas hacen el trabajo, el software agrega la inteligencia y el hombre controla”.
