Seminario Desafíos de la minería al 2030, Copiapó: Inversión y desafíos en Tierras Raras

Walter Cañón, investigador y académico, Universidad Bernardo O’Higgins (UBO).

El profesional, que trabaja en la facultad de Ingeniería de la UBO, y del Centro de Desarrollo de Nanociencia y Nanotecnología (Cedenna), profundizó magistralmente todo lo concerniente a las tierras raras, su uso, desarrollo tecnológico y potencial explotación en Chile.

El investigador y académico, Walter Cañón, realizó una impecable y pedagógica ponencia sobre las tierras raras, concepto que cada vez más debe incorporarse en el vocabulario de la industria debido a su potencialidad tecnológica.

El académico recordó que “el sueldo de Chile es la minería”, sin embargo, también habló del potencial mineral que significa la tabla periódica, la cual, sostuvo, está casi completa en Chile para explotar.

Cañón invitó a pensar fuera de la caja: “Hay que pensar más allá del cobre y el litio. Para mí qué es pensar fuera de esa caja: las tierras raras. Estas comprenden los elementos que son, por ejemplo, el escandio e itrio y la serie de lantanoides”.

Cañón dijo que las tierras raras no son raras. “Lo que sucede es que, dependiendo desde dónde se analice va a cambiar su composición, pero probablemente, si yo voy acá a un cerro en Copiapó y saco una muestra, voy a encontrar tierras raras, a lo mejor una traza, pero van a haber”.

Luego explicó una fina definición, respecto de que los lantánidos no son igual a decir tierras raras. “Las tierras raras pueden incorporar los lantánidos, pero éstos no a las tierras raras, porque estas incorporan escandio e itrio”.

El académico describió las propiedades de los lantánidos (…), que en general el mismo elemento puede tener propiedades magnéticas y luminiscentes. Complementó diciendo que pocos elementos en la tabla periódica tienen esa capacidad.

Las tierras raras están presentes prácticamente en cualquier objeto tecnológico. “De hecho, todos ustedes están tomando fotos desde sus teléfonos; la pantalla tiene europio, terbio y disprosio. Los dispositivos del almacenamiento probablemente son de disprosio con alguna aleación de otro elemento. Todo lo que lo tenemos acá involucra el uso de tierras raras”, explicó.

Otro ejemplo que entregó para señalar donde están presentes las tierras raras fue nuevamente con el teléfono celular. “La razón de por qué vibra es porque tiene disprosio, entre otros elementos; y los colores que vemos en la pantalla se debe a que existen diferentes estados de terbio, lo que me da la gama de colores”, apuntó.

Cañón recordó que dentro de los depósitos de tierras raras se encuentran muchos minerales: bases de carbonato, fosfato, selenio y la monacita que son minerales bastante importantes.

LA VISIÓN DE CHINA

Walter hizo algo de historia y contó que durante los años noventa y finales del año 2000, China se dio cuenta de que las tierras raras serían importantes. Hoy el país asiático se transformó en el productor del 80 por ciento de las tierras raras de nivel mundial. Ahora bien, las tierras raras también las necesitan los norteamericanos y la Unión Europea, y China tiene el control sobre el mercado.

Para el investigador, el consumo de tierras raras se va a duplicar o triplicar. Tendrá un aumento exponencial en su uso, “debido a que estos elementos se utilizan en la producción de artículos tecnológicos que son más eficientes o que producen energía de manera más limpia”, indicó.

Para Cañón, existe un potencial en la minería de las tierras raras que es impresionante. Citó un artículo de prensa que habla de problemas de abastecimiento y problemas de demanda en la materia. “Estados Unidos estableció que las tierras raras son importantísimas del punto de vista estratégico. Por ejemplo, las gafas de visión nocturna se hacen a partir de materiales en base a lantánidos; dispositivos de posicionamiento se basan a partir de terbio o erbio”, agregó.

COSTOS DE EXTRACCIÓN

Extraer tierras raras desde un yacimiento es complicado, asegura Cañón. “Tenemos un mineral, hay que separar las tierras raras, involucra procesos químicos y físicos que pueden ser contaminantes y además son costosos. Se ha dicho que el 60 por ciento del costo de la extracción de un mineral viene del proceso de extracción, molienda, estancado”. Sin embargo, dice que las tierras raras no son homogéneas: “En algunos lados puedo tener ciertas cantidades y en otro sector otra cantidad. No es tan sencillo explotarlas de cualquier lado”, sostuvo.

Con todo, mencionó que los estudios de tierras raras en Chile datan de al menos diez años o más. “Hay muchos estudios de prospectos sobre el tema, especialmente desde arcilla”, puntualizó. Cañón argumenta que se sabe de la existencia de yacimientos interesantes de tierras raras, pero, “lo que pasa es que no se ha dado ese paso hacia adelante”.

Recordó que en Chile hay relaves y depósitos de minerales de tierras raras. Por ejemplo, en la zona de la Tercera Región hay leyes que contiene 39.314 partes por millón de tierras raras. “Entonces, no me pueden decir que no es un prospecto interesante de analizar”, acotó. “Fíjense que las leyes en la región de Atacama y en Coquimbo pueden llegar a 39 mil partes por millón de tierras raras. En cambio, en la región del Biobío solo a 3 mil, que es donde está el proyecto de la empresa Aclara”, dijo.

Respecto del proyecto Aclara, mencionó que es muy atractivo. “Es el primer proyecto dedicado a las tierras raras en Chile. El proceso es súper sencillo. Lo revisé: en el fondo es tomar la arcilla por una solución, por intercambio iónico; luego salen las tierras raras e incorporan elementos dentro de la arcilla. Es así de simple. ¿Y cómo hacen eso?, con sulfato de amonio, con algún tipo de sales y obtienen finalmente el carbonato de tierras raras. Es un proceso muy limpio”, aseguró.

Luego, el profesional recordó que hay muchos relaves en Chile: “Unos 774 de acuerdo a un estudio que hizo Sernageomin. Solo el relave Talabre representa 2 mil cien millones de toneladas métricas”. Dijo que la entidad realizó un estudio químico de cada elemento de diferentes relaves, activos e inactivos, y encontraron solamente para neodimio, 11.656 toneladas en Talabre.

Respecto de quiénes se están haciendo cargo de trabajar con las tierras raras, Walter dijo que a lo menos sabe de dos empresas que están estudiando en serio el uso y la recuperación de metales desde relaves mineros. “Desde el punto de vista de la realidad chilena, lo único que existe para explotar tierras raras de manera realista es lo que está haciendo la empresa Aclara, que trabaja con la arcilla, porque es sencilla su separación. En cuanto a los relaves, en estos el material ya fue procesado, chancado y molido. Hay que hacer una extracción y sacar esas tierras raras”, dijo.

Finalmente, en materia de investigación, el profesional sostuvo que en la Universidad Bernardo O’Higgins participó de dos: una es la extracción selectiva de tierras raras, a través de unos óxidos metálicos moleculares, donde se encontró selectivamente un elemento que se utiliza para los dispositivos de almacenamiento de información. “Y la otra tiene que ver con mi línea de investigación principal, que dice relación con la síntesis de compuestos, de complejos de compuestos de coordinación, compuesto inorgánicos con base en tierras raras”.

En esta investigación dio un ejemplo de su aplicación: para computación cuántica y que es muy sencillo. “Cada molécula, si yo pudiese orientarlas hacia arriba o hacia abajo obtengo un sistema binario (0 y 1), lo puedo orientar hacia arriba es 1, si lo oriento hacia abajo es 0. En cambio, cuando nosotros llegamos a escala atómica molecular existe el efecto túnel, el efecto cuántico, significa que yo puedo tener el espín hacia arriba, los electrones de la molécula hacia arriba, la de al lado hacia abajo, o en la misma molécula puedo tener los dos al mismo tiempo; por lo tanto, ya no tengo el sistema binario, sino que otro sistema que contiene el uno o el cero, y el uno y el cero al mismo tiempo”.

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