Francisco Cabrera, jefe de turno de Puerto Punta Padrones, Candelaria.
¡Quien trabaja duro obtiene recompensas!, generalmente es una de las frases motivacionales que más se repiten, pero no sin razón, pues la convicción y las ganas de salir adelante son de los aspectos más atractivos de un trabajador. Es así como Francisco Cabrera ha logrado sortear los obstáculos para superarse, crecer y fortalecer su camino profesional en Candelaria.
¿Cómo ha sido su experiencia en la empresa y en el mundo minero?
Tengo 26 años en Candelaria, desde hace dos años estoy como jefe de turno o supervisor, pero el mundo minero lo tengo de familia, mi padre trabajó por muchos años en Enami, y fue así como inicié mi carrera, entré en Planta Matta.
Posteriormente, gracias al apoyo de varios compañeros que habían trabajado conmigo en Enami, postulé a Candelaria hacia el año 1995 o 1996, ellos llevaron mi currículo y me llamaron. Entré a la empresa en 1997, comenzando desde abajo.
¿Cuál fue ese primer cargo en Candelaria?
Inicié en el área de aseo industrial, me fui superando poco a poco, avancé y escalé hasta llegar a Operaciones de Concentradoras, donde hice muchas tareas y aprendí mucho. Todo ha sido una superación personal y profesional.
Gracias a ese crecimiento tuve el honor y el placer de pasar a ser jefe de servicios, luego de operaciones, aprendí todo el proceso de la concentradora, y por mi capacidad de querer aprender se me involucró en proyectos como el Enlace Hidráulico, también en el proyecto de Planta Bodega. Todo este camino me llevó después al proyecto de la Desaladora, y allí la jefatura me pidió quedarme en puerto para aportar con mis conocimientos.
¿Qué ha sido lo más difícil en esta carrera de superación?
Lo más complejo es distribuir los tiempos, el año pasado decidí concretar el desafío personal de muchos años de terminar mis estudios, Candelaria se caracteriza por brindar esa posibilidad de perfeccionamiento.
Vivo en Caldera, empecé a estudiar y ha sido muy difícil trabajar y tener que desplazarme hasta Copiapó para ir a la Universidad de Atacama, ha sido un sacrificio todos los días al salir del turno o en los descansos. Por fortuna, a fin de año me titulo.
¿Cómo ha sido posible lograr todo esto?
Gracias a mi familia. Al principio me cuestioné mucho si podría con el trabajo, la familia y los estudios, pero gracias a Dios mi familia es un gran apoyo, mis hijas y mi señora, porque si no tienes ese apoyo es muy difícil concretarlo. Ellas han sido un gran aporte para terminar ese ciclo. Cuando he decaído son ellas quienes me han levantado para continuar.
¿Cuál es el siguiente paso?
El próximo desafío que tengo es matricularme para sacar ingeniería, quiero concretar el tener un título universitario.
