Carola Araya, analista de abastecimiento, Área de Contratos.
Carola representa la primera generación de su familia que trabaja en minería. Nacida y criada en Copiapó ingresó al mundo minero en 2013. Hace poco más de un año y medio que se desempeña en Candelaria.
¿Cuál es su cargo en Candelaria y por qué es importante?
Soy analista de abastecimiento, Área de Contratos. La labor consiste en generar contratos de servicios con empresas externas para obtener todo tipo de prestaciones, porque acá vemos distintas áreas de la mina. Gracias a esta labor he podido conocer distintos lugares.
Es una función relevante para la mina.
Tenemos que contar con los servicios, porque si, por ejemplo, se descompone una correa equis, debemos contar con los proveedores capaces de entregarnos los repuestos y/o reparar urgente; además otra labor asociada es buscar mejores precios del mercado. Es importante lo que hacemos aquí.
¿Cuál fue su primera profesión y cómo llegó a la industria?
Egresé en 2013 de la carrera de técnico de administración de empresas. Después se dio la oportunidad de ingresar como aprendiz a una minera en Chañaral. En un comienzo no tenía pensado trabajar en minería, pero se dio la oportunidad y la aproveché. Cabe recordar que partí en minería como técnico, pero después seguí estudiando y obtuve mi ingeniería en ejecución, y actualmente sigo estudiando para continuar creciendo, la idea no es estancarse.
¿Cómo ha sido para usted la experiencia?
Trabajar en minería me ha ayudado mucho para crecer profesionalmente, tanto acá como en el anterior trabajo; ambos me han enseñado un montón en el área minera a partir de cosas que no manejaba y que hoy sí. Por otro lado, el hecho de ser mujer y trabajar con muchos hombres también es una experiencia, pero sobre todo el crecimiento profesional que he tenido.
Usted apuntó el hecho de ser mujer como una experiencia en minería, ¿cómo lo ve?
El ámbito minero siempre se caracterizó por la presencia del hombre, sin embargo, la mujer también pueda desarrollarse y eso es un gran esfuerzo. Acá en Candelaria podemos hacer de todo porque se le da la oportunidad a muchas compañeras para crecer profesionalmente, especialmente en distintas áreas. Nosotras podemos hacer de todo al igual que nuestros compañeros, tenemos las mismas capacidades.
¿Qué les aconseja a las próximas profesionales que se integren a la minería?
Más que nada no hay que tener miedo para ingresar a la minería. Existen ventajas acá en Candelaria, como por ejemplo estamos cerca de nuestras familias y las podemos ver todos los días. También hay un buen ambiente laboral, y todo ese conjunto de cosas ayuda a crecer profesionalmente y a estar en el trabajo, que es lo que uno espera. Por eso insisto, no tener miedo porque al ser una faena minera se piensa que las mujeres estén en desventaja, no, eso no es así.
Uste es la primera generación de su familia en minería, ¿cómo lo ve?
Orgullosa porque mi familia y mis hermanos ven el esfuerzo que uno hace. Además, eso les incentiva tambien a seguir estudiando. Saben que es difícil, pero se puede trabajar en minería.
¿Y qué es lo que más rescata de su trabajo?
El ambiente laboral es lo más importante porque uno pasa muchas horas del día en el trabajo, y si uno no tiene una buena relación con los jefes y los compañeros no se podría trabajar bien. Eso es lo primordial.
También ha habido momentos complejos como la pandemia, porque recién pude compartir con mis compañeros este año, ya que antes estábamos en teletrabajo. Ahora me siento cercana, somos como una familia. Todos acá han tenido la buena disposición para hacer más ameno el trabajo.