La empresa, fundada en 1959, está presente con importantes proyectos en tres regiones del país. Además, a su reconocida trayectoria, la firma suma una nueva área de innovación en materia de construcción y diseño.
Boetsch nace como una constructora familiar terminando la década de los cincuenta, fundada por Alejandro Boetsch García Huidobro. Veinte años después entra al negocio su hijo, Cristián Boetsch Fernández, para empezar a dar cuerpo a lo que hoy se conoce como Empresas Boetsch. Finalmente, el tercer hito en la compañía llega cuando en 2016, los hermanos Sebastián y Rodrigo Boetsch (hijos de Cristián) se integran a la empresa como socios.
Ellos representan la tercera generación, quienes se propusieron fijar un nuevo norte y transformar a Boetsch “en la mejor empresa inmobiliaria de tamaño medio”, indica Rodrigo Boetsch, gerente general de la compañía.
¿Cuáles han sido esas transformaciones?
Dentro de los cambios que impulsamos fue el de generar mayor sinergia entre la constructora y la inmobiliaria. Así, hemos implementado una cogerencia general, en donde hoy ambos negocios funcionan de manera completamente integrada.
¿La empresa cuenta con proyectos a lo largo del país, en qué regiones están?
Entre proyectos en desarrollo, venta y próximos a su lanzamiento, Boetsch tiene 11 iniciativas. En la actualidad, el foco está puesto en tres regiones del país. En Antofagasta, en su capital, donde está en desarrollo el tercer conjunto de edificios de la compañía, Costaventura. A lo que se suma el Lifecenter Puerto Nuevo Antofagasta, impulsado junto a otros dos socios. También Boetsch se ha instalado en el Maule, en Constitución. En esta ciudad lleva más de seis años y se acaba de lanzar el sexto proyecto, que además es la primera iniciativa de mercado —sin subsidio de por medio— que se construye en la comuna.
¿En qué comunas de la Región Metropolitana está presente Boetsch?
Tenemos presencia en la Región Metropolitana; la empresa está muy fuerte en Cerrillos. Este año empieza la construcción del segundo y tercer proyecto, todos en torno al Parque Bicentenario. Santiago Centro es también una comuna muy importante para la compañía, con cuatro proyectos en distintos puntos de la comuna (Barrio Yungay, Barrio Matta Sur, Parque Los Reyes y Vicuña Mackenna). A estos lugares se suman La Dehesa, San Joaquín y la intersección de las comunas de Macul, La Florida y Peñalolén.
¿Cuál es el público objetivo?
Los proyectos Boetsch van dirigidos a distintos públicos, esto no sólo pasa por su ubicación y tipología, sino también respecto de iniciativas de mercado (retail), multifamily —en el que existe un gran comprador, un fondo de inversión, por ejemplo— y de integración social.
¿Qué hace diferente a la empresa de otras del rubro?
Una de las particularidades de Boetsch es que somos constructora e inmobiliaria, eso hace que estemos presentes en toda la vida de un proyecto, desde su germinación hasta que entregamos las llaves, y nos quedamos haciendo valer la garantía de cada uno. Nuestro compromiso con cada iniciativa es total. Por lo mismo, nos hemos enfocado como inmobiliaria en tres regiones solamente, pues nos gusta estar encima de cada edificio o condominio que se levanta y no perder el control sobre él. Y, de la misma manera, intentamos ser un aporte a la ciudad, ya sea ayudando a formar nuevos barrios —como en Constitución, Cerrillos o Antofagasta— o integrando de manera respetuosa y armónica a sectores patrimoniales, como lo hemos hecho en los barrios Matta Sur y Yungay, en la comuna de Santiago.
Buscamos que cada proyecto sea único, incorporando innovadores amenidades que no siempre están presentes en el mercado inmobiliario, como huertos colaborativos, lockers especiales para recibir delivery, los cada vez más necesarios espacios cowork, entre otros.
¿Qué novedades tienen Boetsch para el futuro próximo, en qué está innovando?
Más allá que listar cuál es la innovación que tienen los proyectos de Boetsch, lo primero es hacer un reconocimiento. El sector de la construcción es de los que menos ha innovado, está muy atrasado aún y sigue construyendo igual que hace 20 años. Ante eso, la empresa acordó abrir un departamento especializado para definir las próximas estrategias de la firma y agregar el concepto de innovación a toda la cadena de valor de la compañía. De esta manera, se invertirán 10 mil UF anuales para abrir una nueva área de innovación que mejorará procesos de construcción y diseño. En el intertanto, ya se han implementado tres mesas de trabajo: una interna, para la revisión de diversas metodologías constructivas; otra externa, a la que se suman las oficinas de arquitectos y calculistas con los que trabajan para el diseño de edificios con tecnología; y una tercera, con un foco más comercial, con el fin de estandarizar y automatizar procesos.