De alto contraste es la vida de este profesional que trabaja hace 5 años en minería. Nacido en Viña del Mar, acostumbrado al océano, cambio el agua por las tierras rojizas y ocres del sector minero.
¿Hace cuánto tiempo que está en Candelaria?
Llevo 3 años trabajando en Copiapó. Soy ingeniero constructor de profesión, especializado en obras civiles y mecánicas de suelo. Actualmente mi cargo es ingeniero de Proyectos y Estudios, para la Dirección de Proyectos en Candelaria. Trabajo en la construcción de depósito de relaves.
¿Cómo ha sido su experiencia laboral y técnica con la minería una vez que egresó de la universidad?
Desde que egresé mis trabajos siempre han estado enfocados en proyectos, esto porque son dinámicos; se trabaja mucho en equipo y bajo presión. Hay que estar atento porque las condiciones pueden ir cambiando constantemente. Como dije, desempeñarse en la dirección de proyecto es muy dinámico, siempre asumiendo desafíos y mucho trabajo en equipo.
¿Le costó entrar al rubro?
Estoy convencido de que las oportunidades se van dando en la medida que uno se hace camino. Lo más importante es la constancia, la responsabilidad y ser perseverante con los sueños que uno busca. Fue así que se abrieron caminos que me permitieron llegar hasta hoy en Candelaria. Además, este sector es de un aprendizaje constante, con el apoyo de todas las disciplinas.
¿Mientras estudiaba se veía trabajando en minería? Le pregunto porque es constructor.
Uno de mis anhelos fue siempre llegar a la minería y trabajar en lo que me apasiona, que es la mecánica de suelo. Con el tiempo todo aquello se fue dando.
Muchos de sus compañeros y compañeras llegan a la minería porque, por lo general, tienen un familiar que trabaja en el sector. ¿Fue así su experiencia?
No tengo familiares ligados al rubro ni tampoco tenía amigos que fueran mineros, por lo tanto, mi interés se debió porque me gustaba el sector. Imagino que muchos que salen del colegio —y que viven en zonas mineras— ven en la minería un futuro. En mi caso soy de Viña del Mar. Solo veía el mar, las olas. Además, me encantan los deportes acuáticos.
¿Cómo fue ese cambio brusco de pasar del mar al desierto?
El contraste fue marcado.
¿Regresa al mar cada cierto tiempo?
Como trabajo en turnos de 5×2 viajo a la Quinta Región cada vez que puedo. Sin duda ha sido un cambio grande pasar del mar al desierto. Pero eso me relaja y llegó al trabajo cargado de energía. En el caso del desierto lo que más valoro es ese paso del verde y azul de Viña al rojizo del norte, es espectacular. Esto me apisona, porque me gusta lo que hago y mi trabajo.
¿Qué destaca de su labor?
El clima humano de mi trabajo, el ambiente laboral de la Dirección de Proyectos, así como el de las jefaturas, que es muy bueno. En el equipo somos varios de afuera (de otras regiones), por lo tanto, este lugar es mi segunda familia. Lo valoro mucho y la calidad humana de los compañeros.