Liey-si Wong Pinto.
La doctora en Ingeniería de Procesos de Minerales, Liey-si Wong Pinto, conversó con revista Candelaria, y nos dijo que la Bionanominería puede convertirse en una herramienta de vanguardia para producir cobre o incluso otras nanopartículas metálicas obtenidas de los desechos mineros, ya que genera productos valiosos más baratos, más rápidos y con métodos amigables con el medioambiente.
Liey-si Wong Pinto es académica e investigadora de la Universidad Católica del Norte del Centro Lithium I+D+i del mismo recinto, e integrante del eje de liderazgo Femenino del programa Science up. Además, es geóloga de profesión y doctora en Ingeniería de Procesos de Minerales, magíster en Mineralogía Aplicada a la Geometalúrgia y otro en Geología Económica.
Junto a lo anterior, la profesional cuenta con 20 años de experiencia en exploración minera; en el plano de la investigación es protagonista de cinco descubrimientos tipo pórfido cupríferos; uno de tipo manto y dos IOCG y, por si fuera poco, es la creadora de la línea de investigación de Bionanominería, concepto por el cual colegas de universidades a nivel internacional le consultan.
Profesora, ¿explíquenos en qué consiste su línea de investigación y por qué puede ser tan relevante para la producción minera y cómo impactaría ésta en el medioambiente?
Hay que comenzar explicando que la explotación de cobre desde sistemas porfídicos genera al año millones de toneladas de desechos mineros. Los relaves son residuos del proceso de flotación de sulfuros primarios y se acumulan como pasivos mineros. A pesar de que corresponden a desechos, reportes de análisis químicos demuestran que contienen concentraciones importantes de elementos de interés económico (materias primas críticas).
El proceso de biosíntesis de nanopartículas metálicas consiste en una reacción bioquímica de reducción donde el metal en estado iónico se lleva a su fase sólida con estado de oxidación 0.
Entonces, la Bionanominería es un nuevo concepto aplicado a la obtención de nanomateriales vía biológicas desde desechos de la minería. En este caso, la producción de nanopartículas de cobre (NPsCu) es producida por la interacción de biomasa bacteriana y Solución de Relave (SR) obtenido de la hidrometalurgia de relaves mineros.
¿Y en qué resultaron las investigaciones iniciales?
Los primeros resultados de esta investigación arrojan que la lixiviación de los relaves portadoras de calcopirita fue posible a temperatura ambiente, utilizando un agente oxidante, alcanzando una recuperación sobre el 50% en una hora. Dos productos son obtenidos de la biosíntesis: sales con nanopartículas de cobre y biomasa con nanopartículas de cobre, ambos con usos reales en la industria. Las nanopartículas de cobre obtenidas tienen formas esféricas, con un tamaño promedio de aproximadamente 1 a 2 nm.
En términos prácticos ¿en qué se traduce la Bionanominería?
La Bionanominería puede convertirse en una herramienta de vanguardia para producir cobre o incluso otras nanopartículas metálicas obtenidas de los desechos mineros, ya que genera productos valiosos más baratos, más rápidos y con métodos amigables con el medioambiente que las técnicas tradicionales. Además, lo estamos aplicando en otro campo que es al reciclaje de baterías de litio: actualmente estamos trabajando en la obtención de nanopartículas de cobalto y biorecuperación de litio.
A través de la Bionanominería lo que hago es producir con la ayuda de microrganismos nanomateriales, y eso sí que es un plus, porque los nanomateriales son “súper materiales”, por ejemplo, el cobre se transforma en un superconductor térmico y eléctrico a escala nano. Cuando son tamaños nanométricos adquieren propiedades ópticas, físicas y químicas mejoradas.
¿Y cómo se integra este concepto al medioambiente?
El concepto Bio implica que el impacto medioambiental es muy bajo, es un método económico, que permitirá ahorrar mucho dinero en el proceso, pero tiene un inconveniente: el tiempo que demora el proceso, y que es la parte que no le agrada a la industria minera.
Con todos los procesos químicos nosotros podemos obtener los metales muy rápidos, pero con el proceso Bio es más lento, hablamos de meses. Sin embargo, creo que, si empezamos a implementar estos métodos de biorecuperación de Bionanominería ahora, en 50 años seremos líderes a nivel mundial, pero tenemos que comenzar.
¿Hay otros países que estén trabajando con este objeto de estudio?
Orgullosamente le puedo decir que yo inventé el término Bionanominería y soy la especialista a nivel mundial, de hecho, investigadores extranjeros me mandan los papers a mí para que se los revise. Me han invitado a muchos congresos, pero no tengo recursos para asistir.
Interesante lo último que dijo sobre la falta de recursos. ¿Qué obstáculos debemos superar para, por ejemplo, recuperar metales de los residuos con esta tecnología?
El Estado debe invertir más, debido a que la extracción de metal es parte principal de nuestra economía. La pregunta —después de 100 años extrayendo mineral—, por qué a estas alturas no manufacturamos algo; por qué no se ha invertido para hacer tecnología. Es una deuda que tiene el Estado con el país, incluyendo todos los gobiernos en general. Otro factor que incide también es la poca comunicación que tenemos los investigadores con las empresas, la desconexión del desarrollo de la investigación y las necesidades de la industria-País.
¿Qué medidas se deben tomar para incentivar más la investigación?
Estamos muy en verde con el conocimiento, sería bueno que entre investigadores hablemos. Estamos aislados de otros que están en Santiago o Concepción; debería haber un lugar virtual al menos en el que podamos reunirnos los investigadores y conversar en lo que se está haciendo.
Lo otro es tener el vínculo con las empresas. Ellos no van invertir en una investigación si no obtienen ganancias o es una necesidad prioritaria. Se debe proceder como en otros países, donde las empresas invierten en la investigación-innovación y tecnología generada por las universidades, pero en conexión con las necesidades de la industria. Lo interesante es lograr el interés de los empresarios para financiar este tipo de investigación, que apunta a crear una minería circular, ambientalmente amigable y generando productos con valor agregado.