El profesional nació en la Séptima Región del país y gracias a su trabajo en la mina piensa en arraigarse en el norte y aprovechar las bondades que la zona le entrega.
A raíz de su sistema de turnos en Candelaria, Rodrigo Rojas acomoda sus días para viajar constantemente a la tierra que lo vio nacer, en Talca. De profesión ingeniero constructor, de la Universidad Católica del Maule, Rojas comenzó en la industria minera en 2008. Trabajó mucho tiempo en minera Escondida y hoy forma parte de la familia de Candelaria como ingeniero de Proyectos.
¿Cómo lo hace para estar conectado con Talca?
Tengo residencia parcial en Copiapó, ya que realizo turnos en fines de semana y ajusto mis horarios para viajar a Talca.
¿Qué ha cambiado en minería desde 2008 a 2022?
Gran parte de mi trayectoria la viví en minera Escondida y he visto una gran evolución en cuanto a la magnitud y la incorporación de nuevas tecnologías en los proyectos. También la evolución de los sistemas de turnos, ahora son más humanos, por así decirlo, ya que no existen esas configuraciones de 21×3 que no ayudaban a tener una vida familiar.
¿Qué le atrae de esta zona minera, además del trabajo, por cierto?
En rigor conocía muy poco esta zona (Copiapó). Sin embargo le encontré el encanto, ya que uno tiene varios lugares cercanos, entre ellos la costa y los valles.
Además, el lugar sirve para desconectarse un poco y disfrutar la vida fuera del ámbito laboral. En el mundo de la minería uno está en las faenas en campamentos, como en una burbuja, por lo tanto es necesaria la desconexión.
Estar en Copiapó es distinto porque al salir del trabajo hay tiempo para hacer otras cosas, como pasar a un supermercado por ejemplo.
Mi impresión inicial, cuando acepté el desafío de Candelaria, era encontrar un departamento y establecerme en la región, lo que ha sido hasta ahora un poco difícil porque no hay mucha oferta de proyectos de vivienda. Tengo que esperare hasta el próximo año. Estoy buscando con calma.
¿Muy fuerte el contraste con Talca, que es zona agrícola de mucho verde?
Es un contraste, pero no tanto comparado con Copiapó. Era mucho más marcado cuando trabajaba en la Segunda Región (Antofagasta). En cambio, aquí hay más verde y parques en los que se puede hacer deporte.
AGRADECIDO DE LA MINERÍA
¿Ventajas de este rubro?
En general, trabajar en minería da más estabilidad. Se tiene un mejor retorno y eso permite cumplir con los objetivos que se trazan a nivel personal y familiar; también en el desarrollo profesional que es muy importante, porque nos permite capacitarnos constantemente y trabajar con nuevas tecnologías.
Me siento muy agradecido de la minería porque también vamos aportando un grano de arena al desarrollo del país, pese a que a veces, a raíz de los turnos que tocan, nos perdemos fechas familiares importantes como cumpleaños, pero es parte de este rubro y nos acomodamos. También me siento bien, especialmente en Candelaria, porque tomar este desafío en una ciudad que no conocía ha sido grato. Lo interesante que tiene Candelaria, es la cercanía familiar entre las personas que trabajamos acá en las distintas áreas. Se nota el aspecto amigable y eso ayuda hacer mejor la gestión en el trabajo.
Pesca deportiva
En su tiempo libre Rodrigo recarga energías con la pesca deportiva. Asegura que pasó de estar en el río a la orilla del mar. “Como es un deporte se deben respetar las normativas, y esto incluye regresar el pez al mar”, acota.
Consultado por el ejemplar más grande que atrapó, asegura que “fue un Lenguado de 2 kilos y medio. Terminó en el sartén, jajajá”.