Licett Gallardo Varela, supervisora de entrenamiento operativo:
Una historia de esfuerzo que comenzó trasladando personal minero a las faenas hasta convertirse en certificadora de equipos y personal operario.
Licett nació en Antofagasta y a los 6 años se fue a Copiapó. Lleva 33 años con su pareja y tiene 3 hijos. Trabaja en Candelaria en el Centro Certificación y Acreditación de la Dirección Recursos Humanos. Actualmente está estudiando técnico en mina en la Universidad de Atacama.
Su cargo es de supervisor de entrenamiento operativo. Cuénteme el viaje que hizo para llegar hasta ahí.
Partí hace mucho tiempo trasladando al personal minero de empresas colaboradoras. Ese trabajo fue mi conexión con la minería. Me permitía compatibilizar las labores del hogar, y lo hice por muchos años. Luego, en 2019 trabajé como operadora subterránea y ahí hubo un cambio porque pasé a operar un equipo articulado. Después en 2021 entré a Candelaria.
¿Y cuál es su función específica?
Certificar los equipos de servicio de la compañía como por ejemplo, camiones pluma, plataformas telescópicas, grúas horquillas y también opero esos equipos. Soy la primera mujer instructora entrenada, capacitada y certificada por la compañía minera de Candelaria.
¿Cómo se siente al respecto?
Uno quiere que muchas mujeres como yo tuvieran esta posibilidad en la que la empresa confíe en las capacidades personales y te entreguen las competencias necesarias. Pasar de ser una operadora de camión articulado a ser instructora que me permite certificar y ver las capacidades de las empresas colaboradoras y al personal, fue un cambio rotundo.
¿Este logro significó un impulso en su trayectoria?
Es un desafío. Tengo muchos objetivos aún por lograr, además esto impacta familiarmente porque se incrementa el ingreso y beneficios que la empresa entrega. También significa que la compañía confía en mí y me entrega más posibilidades de crecimiento, lo que me permite desarrollarme como mujer.
¿Cómo ve la participación y los logros incorporados por la mujer?
Hoy estamos aún debajo del porcentaje de dotación de femenina. Las mujeres queremos incursionar en el ámbito laboral (minero).
¿En el rol de instructora, qué anécdotas puede contar al respecto?
Me han pasado varias: una de ellas es que cuando llego a un lugar a certificar me quedan mirando, como soy pequeña —un metro 50 centímetros—, se impresionan porque esperaban a un hombre, y como también ven que opero el equipo que ellos usan, más raro aún, jajajá.
Sin embargo, ocurre que después me agradecen el poder conocerme, esto porque el año pasado aparecí en el diario local porque hice una recertificación masiva de rigger.
¿Qué tan importante es el apoyo en el trabajo?
Yo siento que también es importante valorar el ambiente laboral en el que trabajo, porque tengo un equipo espectacular, partiendo por mi jefatura, porque me siento acogida y respaldada y eso me hace llegar todos los días al trabajo muy contenta.
¿Qué dicen sus hijos de sus logros?
Tengo 3 hijos y son estudiantes. El mayor está en cuarto año de tecnología médica, tiene una mirada distinta, se siente orgulloso de mí. Tengo 47 años y estoy trabajando y estudiando, porque es difícil y sacrificado, entonces soy un referente para ellos. Mi otro hijo de 23 años es estudiante de educación física —sigue los pasos de su papá—, y nos encontramos muchas veces en la universidad. Entonces, para ellos soy una motivación de que sí se puede y están orgullosos de que la mamá trabaje en la minería, lo mismo mi otra hija que tiene 12 años. El respaldo y el apoyo que tengo de mi familia es importante destacarlo.
Usted es testigo privilegiado del avance de la minería.
Sigo pensando que vamos a seguir creciendo con los temas de seguridad; con más oportunidades para las mujeres, que existan más cargos para ejecutivas y todo lo que implica esta transformación. Siento que vamos avanzando de a poco, somos más partícipes.
Estoy segura de que en un futuro cercano podremos ver un mayor aumento de participación de la mujer en minería, donde ya no haya una sola mujer instructora sino 10 a nivel nacional, por dar un ejemplo, y también en equidad salarial. Confío en estos cambios.