Investigación científica demuestra que el incremento de salinidad en las costas chilenas es mínimo, con menos del 5% en un radio de 100 metros desde el punto de vertido.
Un estudio reciente sobre el impacto de los vertidos de salmuera en las costas chilenas muestra que las plantas desaladoras operan con un bajo impacto ambiental. El análisis, realizado por el HUB Ambiental de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), evaluó tres plantas desaladoras en la zona norte del país, incluyendo Minera Escondida, Aguas Antofagasta y Minera Candelaria. Los resultados revelaron que el incremento de la salinidad en un radio de 100 metros desde el punto de vertido es inferior al 5%, destacando que los vertidos se dispersan fácilmente en las costas chilenas.
Iván Sola, autor principal del estudio, destacó que los resultados superan las expectativas y muestran que en algunos casos, como la desaladora de Nueva Atacama en Caldera, el aumento de la salinidad fue menor al 3%. Además, Alberto Kresse, presidente de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (Acades), subrayó la importancia de estos estudios para generar confianza pública, resaltando que Chile, con sus condiciones geográficas únicas, es un país privilegiado para desarrollar proyectos de desalación responsables.