La caída en el precio del cobre se atribuye a factores macroeconómicos y geopolíticos, mientras que el mercado sigue mostrando resiliencia a largo plazo, con un aumento en el promedio anual.
Durante la semana del 18 al 22 de noviembre de 2024, el precio del cobre experimentó una caída del 2,5%, cerrando en 400,5 cUS$/lb. Este ajuste a la baja refleja una tendencia de corrección en los últimos 20 días, con un descenso acumulado de 5,9%. Sin embargo, el rendimiento anual del metal sigue siendo robusto, con un promedio de 416 cUS$/lb, lo que representa un aumento frente al mismo período del año anterior.
Factores macroeconómicos como la desaceleración económica de China, sumados a la incertidumbre creada por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, han influido en la caída de los precios. A pesar de las medidas de estímulo fiscal adoptadas por Pekín, la falta de impacto significativo en la demanda de metales mantiene la incertidumbre. Además, la eliminación de las rebajas fiscales en China, a partir del 1 de diciembre, podría generar restricciones en la oferta global de cobre.
A nivel global, la volatilidad del dólar estadounidense y la prolongada guerra en Ucrania también continúan afectando el mercado del cobre. Los inventarios globales de cobre han caído un 2,1% esta semana, con 473.147 toneladas métricas disponibles en los almacenes, aunque los niveles siguen siendo significativamente más altos que el año pasado, con un aumento del 121% en lo que va de 2024.
