Daniela Vega, ingeniera geotécnica de la Mina Rajo – Candelaria.
La mujer minera destaca cada día por ir tomando espacios dentro de un rubro históricamente masculino, mostrando el gran talento y desarrollo femenino en una industria que se transforma a pasos agigantados para ir a la par de los nuevos tiempos y los nuevos desafíos.
Daniela es ingeniera civil en minas egresada de la Universidad de Atacama, lugar donde en sus inicios profesionales también participó en la docencia y formación de profesionales para la industria minera.
¿Por qué elegir la minería?
Vengo de una familia minera, mi abuelo era pirquinero, mi padre ingeniero en metalurgia, y yo elegí estudiar ingeniería en minas en un tiempo donde en los cursos de la Universidad de Atacama éramos dos o tres mujeres entre hombres.
Soy la primera y única mujer de mi familia en elegir la minería, pero siempre conté con el apoyo de mi padre, fue el primero siempre en apoyarme en cualquier cosa que yo quisiera hacer.
De adolescente me dedicaba al atletismo, fui campeona de 100 metros planos de la región, fue difícil tomar la decisión de entrar de lleno a la minería o quedarme como atleta de alto rendimiento. La pasión fue más fuerte y me mantiene en el rubro minero.
¿Cuál es la complejidad del área profesional donde trabaja?
En el área de Geotécnia siempre hay grandes desafíos, llegar a ser una ingeniera en esta área del Rajo Candelaria es un desafío muy importante, porque todos los días pasan decisiones por tus manos que tienen que ser evaluadas tanto por ti como por el equipo de trabajo.
Lo más importante es el apoyo. En el Rajo trabajamos dos mujeres, una operadora de radar y yo que me enfoco en el terreno y en identificar zonas inestables en la mina, evaluarlas, y que todas las operaciones se desarrollen en zonas seguras en lo que tiene que ver con la estabilidad del macizo rocoso.
¿Cómo fue entrar a trabajar en Candelaria?
Fue todo gracias a un proceso de selección, yo estaba buscando trabajar en mi área de conocimiento, vi la oportunidad y pude después de un largo proceso concretar este cargo.
¿Es importante el apoyo familiar para ser una mujer minera?
Fundamental. Actualmente estoy estudiando un magister en Sistemas Integrados de Control y Gestión de Calidad, estoy en el proceso de mi tesis, es difícil, pero cuento con el apoyo de mi marido que también es minero y conoce cómo es la complejidad de la vida laboral. Lo más fácil es cuando la pareja trabaja en la minería, porque se comprenden el uno al otro.
Yo estoy muy contenta en Candelaria porque puedo llegar a mi casa, y puedo compartir con mi hijo y dedicarme a otras actividades con la familia, ya sea excursiones, subir al cerro, ir a la playa, ir al desierto florido, entre otras cosas. Por otro lado, a mi hijo le encanta que yo trabaje en la minería, su referente es de una mamá que trabaja duro.
¿Qué le falta a la minería para ser completamente inclusiva con la mujer?
Creo que la industria se encuentra en una segunda etapa respecto a la mujer en la minería, ya no es sorprendente ver una mujer minera. En el país y en general estamos avanzando a pasos agigantados y trabajamos entre iguales.
Es necesario que en el futuro se normalice aún más en la cultura a la mujer en la minería, ya falta poco, porque en la universidad ya consigues cursos con 50% de hombres y 50% de mujeres, habrá que esperar que egresen para progresar.